Cinco, cuatro, tres, dos, uno!
Y se vino el cumpleaños
de mi Patria...
La 9 de Julio colmada
de gente del pueblo
entregada al himno
emocionada.
Una sola voz,
un solo latir de corazón.
Un canto que unió
200 años de ilusión.
La esperanza
de un mundo mejor.
Hijos, abuelos, nietos;
la familia en pleno.
La sonrisa y las lágrimas
se mezclaron en el vuelo.
Después vino el cumple feliz
y como broche los fuegos
de artificio, decoraron
un cielo que estaba gris.
Y siguió el canto
en perfecta armonía
arrullando la noche
que quiso ser larga,
que se hizo tíbia.
Las manos gritaban
de aplausos la vida.
Y te di las gracias
por ser de esta raza,
por ser, ¿Argentina!.
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Ester-Colibrí
25-05-2010