En una tarde de otoño
salvaje y soleada,
los recuerdos se adueñaron
de una mujer callada.
.
Recordó aquella mirada
que atravesara su alma,
cuando sin más el le dijo:
que en la esquina la esperaba.
.
Las horas se detuvieron,
el corazón se agitaba
y perdida en los silencios,
no sabía qué, esperaba.
.
La hora llegó y con ella
los miedos se transformaban.
Corrió a la esquina,
subió al auto,
partieron sin rumbo fijo.
.
La habitación la sedujo,
sus palabras la apremiaron;
fue como un juego de niños,
la soledad, terminaba...
.
Después al tiempo sin tiempo,
se agregaron más premisas.
La ternura se aflojaba,
al caer de las camisas.
.
Amor que creyó aventura,
en las horas que pasaban,
uniose sobre las almas,
sin la voz de la cordura.
.
Los años se desgajaron
sin perder la gloria vana.
Hoy es tan solo un recuerdo,
acunando sus mañanas.
.
Conocieron los silencios,
sin vacío en las miradas.
Vivieron trágicos encuentros,
que animaron las veladas.
.
Hondo el cariño sumaba,
a pesar de diferencias
que uno y otro acumulaba.
La sonrisa de bandera
que por la sangre estallaba,
burbujeaba de champaña,
en aquellas tardes cálidas.
.
Misterios que la vida
se encargaba de pintar
sobre cuadros coloridos
que invitaban a soñar.
.
Más tarde, no se
quién quiso...
Se habrían de separar.
Más el olvido no existe,
fueron días de añorar.
Donde el Amor
con mayúscula,
jamás, se podrá borrar.
.
Ester-Colibrí
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2 comentarios:
Hola Colibrí, que hermosa historia de amor, aunque se hayan terminado y hoy solo sea ángel
Beso
Estercita
el amor si es o fue grande, jamas se podra olvidar¡¡
tus poemas, un lujo leerlos como siempre¡¡¡
te dejo unbeso grande¡¡
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